Naturaleza y playa se dan la mano en este territorio objeto de disputas señoriales en siglos pasados que ha sabido conservar sus tradiciones y el legado marinero de sus antepasados, pero sin renunciar al desarrollo turístico de sus importantes recursos. Parajes protegidos, faros decimonónicos, campos de golf y playas junto a urbanizaciones residenciales conforman este personal rincón del litoral onubense.
El municipio de Cartaya conserva las características de un típico pueblo andaluz y las conjuga a la perfección con un cuidado desarrollo turístico, basado en el respeto al medio ambiente, una amplia oferta de ocio y hotelera pensadas para ofrecer el mejor marco y las mejores condiciones para que el visitante experimente nuevas emociones.
La agricultura tradicionalmente ha sido el sector más importante para el desarrollo económico del municipio, basándose en cultivo de cítricos y berries. Además, Cartaya cuenta con un rico patrimonio popular y religioso.
La procedencia fenicia de su nombre Carteia, indica la antigüedad de su origen. La inseguridad de la zona constantemente asolada por incursiones de piratas berberiscos y normandos hace que no se consolide una población estable hasta los inicios del siglo XV.
Son los restos de un pasado que ha abierto paso a un futuro asentado en la tradición marinera y sobre todo agrícola del municipio.
Se encuentra situada en la Plaza Redonda, la cual constituye el centro cívico y representativo de la población. El edificio primitivo, conocido como “Casas Capitulares”, fue construido en 1555 sobre el Pósito de los Pobres. A lo largo de los años ha recibido varias remodelaciones y ampliaciones hasta la actualidad. Entre ellas
destaca la introducción del cuerpo del reloj, que rompe la horizontalidad de la cornisa y eleva la altura del conjunto.
Torre fortaleza levantada entre 1417 y 1420, situada en pleno centro del casco urbano sobre un cabezo de tierra arcillosa rojiza. La fortificación defensiva tenía como objetivo la custodia del paso de barca del Río Piedras y la vigilancia de los terrenos que limitaban los señoríos de Lepe y Gibraleón. Sirvió de refugio ideal para los ciudadanos de los ataques de los portugueses (s. XVII). De forma rectangular, con murallas de ocho metros de alto y 130 metros de longitud. Conserva en buen estado la torre de las campanas, la del homenaje y una hermosa puerta mudéjar. En 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural y, tras iniciarse varios programas de restauración del inmueble, actualmente en su interior se celebran festivales y espectáculos socio-culturales.
Inaugurado en el año 2004, con una superficie total de 3400 m2. El edificio consta de 5 plantas. Destaca su Biblioteca Intercultural, con un gran número de volúmenes en diferentes idiomas. Asimismo, la “Quijoteca” alberga la inmortal novela cervantina en 28 lenguas distintas. Dentro de sus instalaciones se encuentra el Teatro Municipal, centro neurálgico de las artes escénicas que pasan por la localidad con un aforo para más de 400 personas.
Situada en la Plaza Redonda de Cartaya, justo frente al ayuntamiento. Es un edificio de dos plantas que llama la atención por su torreón situado en la esquina con la calle De la Plaza.
De estilo renacentista, consta de tres naves, se levantó entre 1575 y 1606 sobre una anterior de estilo mudéjar y de una sola planta. Tras el terremoto de Lisboa en 1755 hubo que restaurarse en su totalidad por lo que tiene un toque barroco. Distribuidos por el interior del edificio se encuentra una colección de cuadros del siglo XVIII que representan la vida de San Francisco. Entre los tesoros que guarda, destaca un Cristo de las Siete Palabras del siglo XVI, un San Joaquín barroco y diversos objetos de culto de los siglos XVII y XVIII, donamos por indianos de origen cartayero.
Fundado por Trinitarios de la Merced Descalza entre los siglos XV-XVI, dedicada a la redención de cautivos. Destruido por el terremoto de Lisboa, fue levantado de nuevo en 1756. Se conserva en buen estado sobre todo la torre barroca, torre construida de piedras y lisa el cuerpo de campanas y rematada con chapitel cubierto de azulejos. Consta de tres espacios: convento, iglesia o capilla y huerto.
Fundada por un indiano en el siglo XVI, de claro sabor barroco andaluz, consta de un buque de tres naves, separadas por galerías de tres arcos de medio punto y sustentados por pilares de sección cruciforme. Dedicada a Ntra. Sra. de Consolación. En 1977, como consecuencia del terremoto de Lisboa, el edificio fue reconstruido quedando igual al primitivo. Es la propia Hermandad de Ntra. Sra. De Consolación la que se encarga de gestionar el funcionamiento de la ermita.
Iglesia parroquial construida en 1956 por el Consorcio Almadrabero con los ladrillos que sobraron tras la construcción de La Almadraba. Su construcción fue un hito importante para los rompieros, ya que además de misa, comenzaron a celebrarse otros actos litúrgicos como bautizos, comuniones y bodas en el núcleo pesquero. La Parroquia venera a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. La imagen de Ntra. Sra. Del Carmen, que procesiona actualmente en El Rompido, fue traída desde Sevilla en los años treinta por Jerónimo Gil, canónigo y amigo del entonces párroco de Cartaya, Luis Cruz.
Desde este punto se puede disfrutar de una espectacular vista de la aldea costera de El Rompido y del parque natural que la rodea. El antiguo faro, con una altura de 13 metros fue construido en 1861 y es el más antiguo de Huelva. El Faro Nuevo, que mide 31 metros de altura, fue construido en 1976 y su luz tiene un alcance de 24 millas náuticas.
El paseo marítimo de El Rompido ofrece un deleite visual con sus aguas serenas y la silueta histórica de la Almadraba en la otra orilla del río Piedras. Además, se presenta como un espacio dedicado al disfrute familiar con una zona de juegos para los más pequeños.
Fue construido para defender el paso por el Río Piedras y como defensa para la gente de la aldea. Fue completamente destruido en el siglo XVI y los muros que se conservan han sido declarados Bien de Interés Cultural. Actualmente, los restos del castillo, junto con otros restos arqueológicos importantes, forman parte del Complejo Hotelero Fuerte de El Rompido.
Con una superficie de 12.000 hectáreas, el pinar de Cartaya está subdividido en dos entornos bien diferenciados: Campo Común de Arriba y Campo Común de Abajo; ambos poseen un gran valor ecológico y paisajístico. Aquí podrá observar una gran variedad de especies vegetales del bosque mediterráneo y de especies animales, sobre todo en lo que concierne a aves y pequeños vertebrados. En este entorno se puede encontrar senderos, merenderos y áreas recreativas para que el visitante disfrute de este excepcional entorno natural.
El municipio de Cartaya cuenta con 14 km. de playas de fina arena y aguas tranquilas rodeadas de hermosos pinares, convertidas desde hace décadas en uno de los destinos más demandados del litoral onubense. Entre los recursos turísticos con los que cuenta, destacan sus lujosos complejos turísticos con tres campos de Golf, uno de ellos ecológico, una amplia oferta de actividades deportivas náuticas en los núcleos de El Rompido y Nuevo Portil, y un clima privilegiado de sol durante todo el año con 3.000 horas de sol al año y una temperatura media anual de 25ºC. Además, el visitante podrá disfrutar de vistas a un entorno único gracias a los miradores que se encuentran a lo largo del litoral.
Entre los recursos turísticos naturales con los que cuenta este municipio están: el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido; el océano, desde El Rompido hasta Nuevo Portil, el término municipal se abre a la Ría de El Piedras; las playas de Nuevo Portil y San Miguel, rodeada de pinos y enebros.
La Flecha del Rompido es una singular formación arenosa, paralela a la costa, que se extiende en la desembocadura del Río Piedras y se abre al Océano Atlántico desde una playa virgen a la que es posible acceder gracias a los servicios de paso en barco que se sitúan en las playas del río. En cuanto a la vegetación, el entorno está constituido principalmente por barrón, retama o pino piñonero, además, cobija interesantes especies como el camaleón.
La llegada del nuevo año comienza con la festividad del Patrón de Cartaya, San Sebastián. En el mes de enero, el santo recorre las calles del centro de Cartaya hasta llegar a la Calle San Sebastián, lugar donde engalanan las puertas y los balcones para recibirlo.
Uno de los eventos que goza de gran relevancia es la Feria del Caballo y sus Complementos, celebrada en marzo. En ella se reúnen empresas del mundo del caballo relacionadas con la moda flamenca y las ganaderías.
Con la llegada de la primavera se celebra, en el mes de mayo, la Romería en Honor de San Isidro Labrador, que comienza con el pregón y la búsqueda del santo a la ermita. Tras esa búsqueda, el santo permanece en la Iglesia Parroquial San Pedro y se realizan diferentes cultos hasta el jueves que se celebra la tradicional ofrenda floral en la Plaza Redonda. El viernes por la tarde se peregrina hacia la pradera donde se convive durante ese fin de semana.
En el verano, se espera con entusiasmo la fiesta tradicional en honor a la virgen de los marineros, la Virgen del Carmen, celebrada el último fin de semana de Julio en El Rompido. Durante la misma se realizan actividades deportivas y actuaciones musicales, siendo el momento más esperado la procesión marinera de la Virgen del Carmen, celebrada el domingo, por el Río Piedras.
A finales del verano, agosto y septiembre, en Cartaya tiene lugar la Procesión de Nuestra Señora de Consolación desde su ermita hacia la Iglesia Parroquial San Pedro. Durante dos semanas se celebran cultos en honor a la Virgen de Consolación. El día grande de esta festividad se produce en septiembre, en la “subida”, donde se realiza la procesión de nuevo a la ermita.
La fiesta patronal por excelencia es la Feria de Octubre y Fiestas en Honor de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Cartaya. Se convive en el recinto ferial y se celebra la Feria de Octubre en el Pabellón de Exposiciones con una muestra representativa de empresas de la localidad y externas, así como el Salón de la Automoción y la Náutica. La fiesta culmina con la procesión de Ntra. Sra. Del Rosario por las calles céntricas del municipio.